CALIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 9

Cartel de ‘Las cosas extraordinarias’
¿Cómo reacciona un niño de tan solo siete años cuando su padre le dice que su madre ha intentado quitarse la vida? Este es el punto de partida de ‘Las cosas extraordinarias’, un texto maravilloso escrito por Duncan Macmillan, que Brays Efe interpreta de manera sensacional en el Off del Lara. Ante una noticia de tal magnitud, el pequeño decide confeccionar una lista de las cosas extraordinarias que hay en este mundo -para él- con el fin de que su madre vuelva a recuperar la sonrisa y las ganas de vivir. ¿Qué cosas aparecen en esa lista? Por ejemplo… ‘los helados’, ‘las guerras de agua’, ‘que te dejen quedarte viendo la tele cuando ya ha pasado la hora de irte a dormir’, ‘el color amarillo’, ‘las cosas con rayas’, ‘las montañas rusas’, ‘la gente cuando tropieza’, ‘Freddie Mercury’, ‘el bigote de Freddie Mercury’, ‘ un despertar con la persona que quieres’, ‘escuchar por primera vez una canción’… Y así, miles y miles de cosas que el protagonista va anotando en su libreta -que van en aumento a medida que transcurre su existencia- y que se convierten en poderosas razones para seguir adelante cuando la vida te golpea y te pone a prueba. Esta es, indudablemente, una de las claves del éxito de la obra y es que cualquier espectador se siente plenamente identificado con el mensaje de la misma. ¿Cómo podemos resurgir cuando tocamos fondo y no vemos la luz al final del túnel? ¿Qué estamos dispuestos a hacer por aquellas personas que queremos?. Duncan Macmillan nos propone una hermosa alternativa en ‘Las cosas extraordinarias’.
Brays Efe, conocidísimo por su papel de ‘Paquita Salas’, es el encargado de interpretar este maravilloso personaje que abarca desde que tiene siete años hasta la actualidad. Y, lo cierto es que la elección no ha podido ser más acertada. Brays nos deleita en su faceta de cómico haciéndonos reír de principio a fin con un papel que hace suyo en todo momento y que le viene como anillo al dedo. (De hecho, después de ver la obra cuesta imaginarse a otro actor en la piel del protagonista). El popular intérprete de ‘Paquita’ se mueve por el escenario como pez en el agua, derrochando carisma y empatía con los espectadores que, a su vez, juegan un papel importantísimo. Y es que, a medida que Brays nos va contando su historia, va interaccionando con todo el público y, en especial, con algunos espectadores que saldrán al escenario y encarnarán, con la ayuda del anfitrión, a personajes fundamentales de la historia, como su padre, su veterinaria, su novio, su profesora favorita y su perro imaginario, su profesor de literatura… En un alarde de gracia e improvisación, Brays se mete al público en el bolsillo mostrándonos, además, una faceta totalmente desconocida de él; su vena más sentimental. Porque, ‘Las cosas extraordinarias’ es una obra muy, muy divertida pero también tiene un componente muy emotivo. Y en ese registro también nos convence Brays Efe. Nos emociona, y mucho, pero sin caer en el dramatismo, un detalle muy de agradecer en una historia con tintes tan dramáticos. Porque, al fin y al cabo, a todos nos pasan cosas graves en la vida. La clave radica en la forma con la que las afrontemos. Duncan Macmillan ha decidido ser optimista y ha elegido el humor (y la vitalidad) como herramienta para combatir las crisis personajes. Un arma que Brays Efe explota como nadie.

Uno de los momentos más divertidos de ‘Las cosas extraordinarias’ con el Off del Lara totalmente volcado con la historia.
Además del grandísimo trabajo de Brays y del texto de Macmillan, el montaje destaca por su brillante puesta en escena, obra de Pau Roca. Cómo se nota que él protagonizó la versión catalana de la obra y se conoce el texto a la perfección. Este conocimiento lo plasma de manera espléndida a la hora de dirigir el montaje y, para ello, el Off del Lara se convierte en el lugar ideal para relatar ‘Las cosas extraordinarias’. La sala, que habitualmente tiene público a su alrededor en sus tres cuartas partes, completa la circunferencia con más espectadores y, Roca coloca a Brays en el centro de la misma. Desde allí, el protagonista se va girando constantemente mientras nos cuenta su historia y se desplaza por todos los rincones del escenario interactuando con los espectadores. Esto provoca que el público esté alerta -e inquieto- en todo momento sabiendo que, en cualquier momento, puede ser co-protagonista de la historia y salir al escenario. Esta, por supuesto, es otra de las razones que hacen tan especial este montaje y que logran que en el Off del Lara se cree una atmósfera tremendamente mágica. Allí, Brays Efe ejerce de showman y nos hechiza con un magnífico monólogo lleno de humor, luz y emoción.
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