‘TUS OTROS HIJOS NO TE OLVIDAN’: JUAN VINUESA DEBUTA EN LA DRAMATURGIA CON UNA PERSONALÍSIMA COMEDIA NEGRA AMBIENTADA EN UN CEMENTERIO FANTASMAGÓRICO

CALIFICACIÓN.- NOTABLE: 7

Dentro del Surge 2018 se está representando ‘Tus otros hijos no te olvidan’, la ópera prima de Juan Vinuesa, autor de una personalísima comedia negra cuyo protagonista es Miguel, el pequeño de 26 hermanos, que el día de los santos acude al cementerio a reprocharle a su difunto padre lo poco o nada que lo quiso. Rafa Núñez encarna a este hombre lleno de resentimiento, mientras que Zaira Montes se mete en la piel de su hija y, al mismo tiempo, se desdobla también en otros personajes. El próximo domingo a las 20:30, en el Teatro del Barrio, tendrá lugar la última función de este montaje altamente recomendable. 
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En esta bellísima escenografía de Alessio Meloni vemos a Zaira Montes (de pie) y sentado en el suelo, Rafa Núñez. Fotografía: Javier Mantrana

‘Tus otros hijos no te olvidan’ es una de las propuestas más interesantes que hemos podido ver en el Surge 2018. Juan Vinuesa, reconocido actor que, además, ha hecho sus pinitos como director en uno de los tres capítulos de ‘La vida imposible de Oliverio Funes’, da un paso más en su carrera y nos presenta ‘Tus otros hijos no te olvidan’, obra que supone su debut en la dramaturgia y, además, su consolidación como director. Vinuesa nos sorprende con una personalísima comedia negra (o un drama con tintes de humor ácido) protagonizada por Miguel, un hombre que se ha criado sin el amor y sin el cariño propio de una familia. Él es el pequeño de 26 hermanos y su nacimiento provocó la muerte de su madre. Desde ese mismo instante, su padre dejó de quererle. Miguel confiesa que el cupo de amor de su progenitor ya se había agotado con sus 25 hermanos mayores y que a él no le quedó nada, ni siquiera las migajas. Muchos años después, tras una infancia solitaria y mucho dolor, Miguel -que ahora tiene unos 60 años- acude al cementerio, el día de los Santos, a rendirle cuentas a ese hombre que, aunque biológicamente sea su padre, nunca ejerció como tal. Ha llegado el momento de reprocharle todo aquello que le ha estado quemando el alma durante tanto tiempo. Es hora de echarle en cara todo el daño que le ha hecho. Un dolor que no le permitió ser feliz durante su infancia. Es más; no le dejó ser niño. Ahora, muchos años después, ha reunido el valor suficiente para postrarse delante de su tumba y abrirle su corazón, un corazón que está lleno de odio y resentimiento. 

Este es el brillante y original planteamiento de ‘Tus otros hijos no te olvidan’, una obra tremendamente personal y dotada de sello propio, con la que Vinuesa nos sorprende, demostrando que ha venido para quedarse. Además de Miguel, Juan introduce hábilmente varios personajes más para contarnos las desdichas que tuvo que sufrir el niño en su infancia y adolescencia. La aparición de estos personajes rompen la ‘densidad’ del monólogo de Rafa Núñez frente a la tumba de su padre, aportando dinamismo y pequeñas grandes dosis de comicidad, muy necesarias en una historia como esta. Encarnando a todos estos personajes (la madre de Miguel, Dios, una dependienta de unos grandes almacenes, la propia hija de Miguel, etc.), Vinuesa ha escogido a Zaira Montes, una fantástica actriz que brilla demostrando una enorme versatilidad. 

Aunque hay que reconocer el talento, la originalidad y la valentía de Juan Vinuesa en este, su primer proyecto como dramaturgo, creemos que no le saca el rendimiento que le podría haber sacado. De hecho, toda la parte del texto de Rafa Núñez frente la tumba de su padre nos resulta bastante lineal y se hace muy reiterativa por momentos. Todos los argumentos que le reprocha Miguel a su padre quedan explicados en los primeros diez o quince minutos. El resto del tiempo, el personaje le da vueltas a lo mismo, y se acaba haciendo monótono. Quizás se debería haber apostado por más cambios de registro en el texto y en la interpretación. Se echan en falta algunos momentos emotivos, tocar otras temáticas diferentes, llevar al personaje a otros registros e, incluso, que cambie de posición físicamente -casi siempre está de pie, al lado de la tumba-. Por supuesto, que la introducción de los personajes secundarios (interpretados por Zaira Montes) aligeran la trama y le dan mucho más ritmo. Sin embargo, llega un momento en que estas apariciones se hacen un tanto mecánicas. Explicado a grosso modo, así sería; Aparece el personaje, hace sus cuatro gracias y luego se va, continuando otra vez  la densidad del monólogo de Miguel. Falta frescura. Quizás, el personaje de la hija podría haber aparecido mucho antes. Este personaje sí que aporta un cambio dramático a la historia y nos muestra otra cara de Miguel, que nos gusta mucho, y que hasta entonces no habíamos visto. En definitiva, al texto de Vinuesa le falta fluidez y consistencia. Puede ser brillante en su concepción pero, a nuestro juicio, es demasiado mecánico y reiterativo, y nos tiene esperando durante toda la obra esa explosión de sentimientos que nunca llega. 

Las debilidades del texto se compensan, sin embargo, con la magnífica puesta en escena que realiza Vinuesa y con la sensacional escenografía de Alessio Meloni que aquí nos deja una muestra más de su infinita capacidad creadora. El italiano ha diseñado, para la ocasión, un cementerio fantasmagórico, lleno de magia y repleto de velas. ¡Espectacular!. Simplemente con la escenografía y el espléndido diseño de luces de Area Martínez, se crea una atmósfera fascinante y totalmente idónea para relatar esta historia. También hay que destacar el diseño de sonido de Mariano García y el maravilloso vestuario de Paloma del Alba, autora de unos diseños increíbles que lleva Zaira Montes en los diversos personajes. Con todos estos elementos, Juan Vinuesa nos brinda una puesta en escena sensacional, ayudado también, cómo no, por la excelente actuación de los dos intérpretes. 

Rafa Núñez está magnífico dando vida a ese hombre gruñón, brusco, tremendamente resentido, carente de afectos, y con un humor bastante ácido. El veterano actor transmite todos los matices de su complejo personaje. Por otra parte, Zaira Montes brilla en todos y cada uno de los personajes que acompañan a Miguel en su recorrido. Zaira borda el papel de dependienta gallega que está con Miguelito hijo mientras esperan a su padre. Provoca sonoras carcajadas encarnando a Jesucristo crucificado con un acento cerradísimo de Israel, y también nos convence en la piel de la elegantísima madre de Miguel. A nosotros, particularmente, nos gusta muchísimo cuando interpreta a la hija del protagonista con toda esa dulzura con la que trata a su padre. Zaira Montes da un auténtico recital de versatilidad interpretativa y es una de las sensaciones de ‘Tus otros hijos no te olvidan’. Lo que es indudable, es que Vinuesa tiene también talento para la dirección de actores. Esta es, precisamente,  otra de las grandes virtudes de un creador que todavía tiene muchas cosas que contar. 

Aldo Ruiz

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