CALIFICACIÓN.- NOTABLE: 7’5
‘Silencio’, en el Teatro Español, es uno de los montajes más esperados del arranque de 2022. Juan Mayorga, uno de los grandes de nuestro teatro, escribe y dirige un monólogo basado casi íntegramente en su discurso de ingreso en la Real Academia Española (RAE) en mayo de 2019. Una obra de gran riqueza lingüística y con muchas referencias teatrales en la que Blanca Portillo da un auténtico recital y demuestra, una vez más, por qué es una de las mejores actrices de este país. A lo largo de una hora y cuarenta minutos, la protagonista de ‘El Testamento de María’, entre otras muchas joyas, brilla en la piel del prestigioso dramaturgo y se desdobla en otros muchos personajes.
Público en pie y ovación de más tres minutos para premiar la extraordinaria actuación de Blanca Portillo en ‘Silencio’, sin duda, lo mejor de este monólogo escrito y dirigido por Juan Mayorga que, a nuestro juicio, no se encuentra entre los grandes montajes del autor de ‘La paz perpetua’, ‘El chico de la última fila’, ‘La lengua en pedazos’, ‘El cartógrafo’ o la maravillosa ‘Reikiavic’. Aunque tiene momentos realmente brillantes y la interpretación de la actriz es para quitarse el sombrero, ‘Silencio’ no alcanza la maestría de otros trabajos del genial autor. Es más, en determinados momentos, el texto llega a hacerse demasiado denso y un tanto monótono. Suerte que quien lo interpreta se llama Blanca Portillo, que hace verdaderas filigranas sobre el escenario.
El Teatro Español se convierte, gracias a la escenografía de Elisa Sanz, en el salón de actos de la RAE. Allí, sobre las tablas, Portillo se mete en la piel de Juan Mayorga e interpreta de forma sensacional este monólogo que está basado casi íntegramente en el discurso de ingreso del dramaturgo en la Real Academia Española. Un discurso concebido de forma muy teatral como él ya mismo aseguraba en aquel acto tan solemne que tuvo lugar en mayo de 2019: «La situación es tan teatral que al anticiparla con su fantasía y temiendo estropearla, quien escribió estas palabras, pudo sentirse tentado, mientras las preparaba en soledad, de pedir, como acostumbra, a un intérprete que las pronunciase en su nombre». Un deseo que se ha hecho realidad: tres años después, Blanca Portillo representa sobre las tablas ese discurso que Mayorga llamó ‘Silencio’ y que recitó de memoria -prácticamente- y sin apenas leer el texto.
En los minutos previos al comienzo de la obra y, al entrar al teatro, nos encontramos a la actriz -ya caracterizada de Mayorga- dando vueltas por el hall y mostrando su evidente nerviosismo ante el que va a ser uno de los momentos más importantes de su carrera: su entrada en la RAE. A las 19:00 en punto, Blanca Portillo se sube al escenario ataviada con un traje de etiqueta y con zapatos de charol, y comienza a pronunciar el famoso discurso. Sus oyentes son los otros académicos (imaginarios), con los que comparte estrado, y las personas -familiares, amigos, colegas, autoridades, desconocidos…- que han venido a acompañar al dramaturgo en este día tan especial. Mayorga (Portillo) ha elegido hablar sobre el silencio en la vida y en el teatro. También viajar por silencios teatrales que resuenan en su memoria y en su cuerpo.
Blanca Portillo está espléndida y da todo un recital interpretativo. En la primera parte especialmente (y durante toda la obra en general) es absolutamente genial su gesticulación con las manos y toda su galería de muecas. Es inevitable no recordar a Chaplin en algunos de sus movimientos y sus míticas posturas. Destacar uno de los grandes momentos de la función cuando Portillo-Mayorga cita la pieza 4’33» de John Cage y, a modo de experimento, permanece callada frente al público durante ese mismo tiempo: cuatro minutos y treinta y tres segundos. Es realmente curioso ver las reacciones de los espectadores en forma de diferentes sonidos (estornudos, respiros, carraspeos, risas, etc…) durante ese largo silencio y las caras que va poniendo la mítica protagonista de ‘Barroco’ a lo largo de esta pausa teatralizada.
Es indiscutible que Blanca Portillo es una de las mejores actrices de este país y en ‘Silencio’ lo vuelve a dejar bien patente. Además de brillar en la piel de Mayorga -durante casi todo el monólogo-, en determinados momentos, la actriz da vida a sí misma haciendo divertidas acotaciones de algunas de las partes más complejas (y matemáticas) del texto. Además, en la recta final, ella representa algunas escenas de famosos silencios teatrales y se mete en la piel de míticos personajes de la historia del teatro. ‘Antígona’, ‘La casa de Bernarda Alba’, ‘La vida es sueño’, ‘Tres hermanas’, ‘El jardín de los cerezos’ o ‘Hamlet’ son algunas de las obras en la que Mayorga se ha detenido para hablarnos de sus silencios, y en las que Blanca Portillo exhibe su versatilidad interpretativa.
Como hemos señalado anteriormente, el texto de Mayorga posee una gran riqueza lingüística y múltiples referencias al teatro y la vida misma. Ya sabemos que estamos ante una de las mentes más privilegiadas del teatro español y uno de nuestros dramaturgos más internacionales. Es innegable que ‘Silencio’ tiene momentos realmente brillantes en los que sale a relucir la maestría de su autor, pero también es cierto que en los primeros 45-50 minutos, el texto se hace un tanto denso y solo consigue fluir gracias al inmenso talento de Blanca Portillo (Quizás en esta parte se podría haber metido un poco de tijera para mantener el ritmo). La actuación de la actriz es realmente extraordinaria y es, sin duda, lo mejor del montaje. Pero ni el texto ni la puesta en escena logran que el ‘Silencio’ de Mayorga, a pesar de ser una pieza notable, se cuele entre sus grandes obras maestras.
Aldo Ruiz
- Crítica ‘El Testamento de María’ de El Teatrero
- Crítica ‘El cartógrafo’ de El Teatrero
- Crítica ‘Reikiavik’ de El Teatrero
- Ranking 2022 de El Teatrero
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¡Absolutamente de acuerdo! ¡Blanca Portillo está insuperable en esta función!. Si en lugar de ser ella fuera alguna otra actríz/actor (aunque l@s hay muy grandes en el teatro español), la obra resultaría «pesada»…. pero…. ¡Está ELLA! ¡La Prodigiosa Actriz BLANCA PORTILLO!
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