CALIFICACIÓN.- MAGNÍFICA: 8’2
Hasta el 11 de marzo se puede disfrutar en el Teatro Kamikaze del último trabajo de ‘T de Teatre’, una de las compañías más prestigiosas de la escena catalana. Marc Artigau, Cristina Genebat y Julio Manrique son los autores de ‘E.V.A.’, una espléndida comedia dramática que aborda el tema del dolor en sus distintas vertientes, desde la más física a la más espiritual. Un original texto de historias entrecruzadas, magníficamente interpretado, y que Julio Manrique se encarga de poner en escena de manera sensacional.
No cabe duda de que ‘T de Teatre’ es una de esas compañías singulares, con sello propio, de las que siempre apetece muchísimo ver un nuevo trabajo. Con diez espectáculos a sus espaldas, estos días podemos ver en el Teatro Kamikaze su última obra, ‘E.V.A’, una comedia dramática que nos invita a reflexionar en torno a un tema tan espinoso como es el del dolor. Precisamente con el acrónimo E.V.A. se conoce la escala visual analógica del dolor, una línea dividida en diez puntos que sirve para medir el grado de dolor que experimenta cada paciente.
Lo que más me ha llamado la atención del montaje es, sin duda, la espectacularidad de su puesta en escena. Apoyándose en la brillantísima escenografía de Alejandro Andújar, Julio Manrique nos impresiona con una sensacional puesta en escena marcada por su elegancia, por la facilidad para crear múltiples espacios y por sus maravillosas transiciones. Manrique, además, saca el máximo partido a los recursos audiovisuales y a las fabulosas proyecciones de Francesc Isern. Destacar también el ambiente sonoro creado por Damien Bazin y la partitura original de Marco Mezquida que ayudan a crear la atmósfera más propicia para desarrollar esta comedia alocada con tintes de suspense. El resultado es un montaje espléndido, en el que te deleitas con cada detalle de la dirección de Manrique, que ha sabido diseñar el marco perfecto para llevar a cabo este puzzle de historias entrecruzadas, que parecen inconexas durante gran parte de la obra, y que cobran sentido en el tramo final.
Marc Artigau, Cristina Genebat y Julio Manrique han confeccionado una original comedia dramática en la que se van entrelazando las historias de cuatro ex compañeras del colegio: Àgata, una actriz que sufre un bloqueo ante el estreno de su nueva obra y que no puede cantar; Paloma, una anestesista experta en la E.V.A. que ha acabado anestesiando sus propios sentimientos; Clara, una madre soltera a punto de dejar marchar del nido a su hija Eva, y Lola, una agente de la propiedad inmobiliaria que nunca se ha atrevido a tomar sus propias decisiones en la vida. Cuatro mujeres muy diferentes pero con un denominador común; sus vidas han estado marcadas por el dolor en sus distintas vertientes (desde la más física hasta la más espiritual). Cuatro mujeres a las que el destino ha querido unir de nuevo treinta años después en una de esas carambolas que nos depara la vida. Me gusta especialmente ese tono de suspense y de thriller psicológico que han imprimido los tres autores y que le da un toque tremendamente original a esta historia en la que, por supuesto, también hay un hueco importante para el sentido del humor tan característico de la compañía. Lo más cuestionable del montaje es que a veces se complica demasiado -y se enreda innecesariamente- habiendo escenas que, a mi juicio, se podrían suprimir perfectamente agilizando el ritmo de la historia y encajando de forma más sencilla todas las piezas del puzzle.
Además de por la dirección de Julio Manrique, ‘E.V.A’ brilla por sus fantásticas interpretaciones. Hay que destacar, por supuesto, la actuación de tres de las pioneras de ‘T de Teatre’; Rosa Gámiz, maravillosa encarando a Lola, que nos regala algunos de los momentos más divertidos de la obra con su enorme vis cómica; Carmen Pla dando vida a Clara, esa mujer que ha perdido el norte, que no para de entrar y salir del armario, y que ha contratado a un guía espiritual japonés para que le ayude a encontrarse a sí misma; y Ágata Roca, estupenda en la piel de Ágata, una actriz que acude a la residencia donde se encuentra internada su madre -que se ha fugado a Sitges con el novio- y que está neurótica perdida ante el próximo estreno de su obra en Madrid en la que tiene que cantar por primera vez en su carrera. Las tres hacen un trabajo sensacional, al igual que Marta Pérez encarnando a Paloma, un personaje lleno de traumas que en ‘E.V.A’ tiene que enfrentarse a su pasado. A mí, particularmente, es uno de los papeles que más me gustan de la obra y Marta Pérez lo interpreta de forma genial.
Completan el reparto Carolina Morro, muy bien en la piel de Eva, la hija de Clara; Albert Ribalta, muy divertido como Yoshiro, el guia espiritual japonés, y Jordi Rico, perfecto desdoblándose en Piu, el enfermero de la residencia donde acude Ágata, y en Adam, el inglés, compañero de trabajo de Paloma. En definitiva, siete magníficas actuaciones que componen el puzzle de ‘E.V.A’ y nos dejan un gran sabor de boca en las bodas de plata de ‘T de Teatro’ con el mundo de las tablas.
Aldo Ruiz
Enlaces relacionados:
- RANKING 2018 ‘El Teatrero’
- RANKING 2017 ‘El Teatrero’
- OBRAS MAESTRAS 2017 ‘El Teatrero’
- CARTELERA MUSICAL ‘El Teatrero’
- CARTELERA COMEDIA ‘El Teatrero’