CALIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 9’5

La nueva Sala Intemperie -antigua ‘SALA TÚ’ abría ayer sus puertas de la mejor manera posible; con el último trabajo de Abril Zamora, una de las mentes más privilegiadas con las que cuenta el teatro español. ‘¿Por qué follamos mejor cuando ya no somos novios?’ es una divertidísima comedia que habla de amor y el desamor -a partes iguales- con ese toque tan surrealista y genial, propio de Abril Zamora, y que está protagonizada brillantemente por Juan Blanco y Paula Muñoz en sus papeles principales.

Juan Blanco (Rober) rodeado por cinco ‘Celias’: Arriba, de izqda a derecha: Nuria Herrero, Bea de la Cruz y Teresa Mencía. Abajo: Paula Muñoz y David Matarín.

Lo más difícil para un dramaturgo es conseguir crear un universo propio. Eso solo lo consiguen unos cuantos elegidos. Y ella lo es. Algún día hará algo muy grande en el teatro, en la televisión o en una pantalla de cine, porque esta mujer tiene talento a raudales. En ‘¿Por qué follamos mejor cuando ya no somos novios?’, Abril Zamora vuelve a darnos una buena dosis de sus mejores ingredientes; muchísimo sentido del humor, una gran originalidad, algunos toques de surrealismo, situaciones extremas que te tocan el corazón y un texto espléndido  cargado de romanticismo y de continuas referencias al mundo de hoy. Si todo ello lo mezclamos en una coctelera, y lo llevamos al terreno sentimental -concretamente a una pareja que acaba de romper su relación-, el resultado no es solamente una fantástica obra de teatro, sino que, además, es un verdadero manual del amor ‘made Abril Zamora’. La dramaturga lleva a las tablas, de una forma genial y divertidísima, todas esas paranoias que se nos pasan por la cabeza cuando atravesamos un complicado momento sentimental, tejiendo para ello una fascinante tela de araña en la que se van quedando atrapados los personajes protagonistas y, por supuesto, también los espectadores.

‘¿Por qué follamos mejor cuando ya no somos novios?’ es la historia de una pareja normal de hoy en día. Por una lado, tenemos a Rober (Juan Blanco), un diseñador gráfico un tanto mediocre pero, al mismo tiempo, un tío guaperas, con barbita, un poco dejadete, del que todas las chicas se podrían acabar enamorando. Por otro lado, está Celia (Paula Muñoz), una joven que vino de Valencia y que intenta componer canciones con su guitarra. Aunque un poco intensa, es la típica rubia, guapa y muy dulce, de la que todos los chicos se enamorarían. Hasta aquí todo parece normal, pero si fuera solo así, no sería una obra de Abril Zamora. Ella, magistralmente, introduce cuatro personajes muy originales a la historia; los otros ‘yo’ de Celia, otras cuatro Celias que representan esos pensamientos sinceros que ella tiene en la cabeza y no se atreve a decir, aunque siempre están en la punta de su lengua. Abril sitúa a estas cuatro mujeres en la casa de la pareja, sentaditas en un sofá y ‘jodiendo’ la mayor parte del tiempo, como hace siempre nuestro otro ‘yo’. Ellas son Nuria Herrero, Teresa Mencía, David Matarín y Bea de la Cruz. 

Partiendo de esta sugerente idea, Abril Zamora nos regala setenta jugosos minutos plagados de risas y carcajadas, momentos emocionantes, diálogos hilarantes que invitan a la reflexión y una llave mágica que nos abre las puertas de su maravilloso mundo de fantasía e ilusión. Setenta minutos que transcurren a un ritmo vertiginoso, dotados de una narrativa portentosa y unas situaciones realmente divertidas, que hacen continuas referencias a las redes sociales, al youtube y a las series más en boga de la televisión.

La verdad es que siempre es un placer ver las genialidades de Abril plasmadas en un teatro. Y, aunque la Sala Intemperie, se queda un tanto pequeña para desarrollar todo su potencial, la directora nos brinda una puesta en escena muy efectiva sirviéndose solo de una cama y un sofá como elementos escenográficos. Lo demás corre a cargo de su ingenio y de su desbordante imaginación en un magnífico montaje donde las luces juegan un papel fundamental. Porque, precisamente, ‘¿Por qué follamos mejor cuando ya no somos novios?’ es una historia muy luminosa; se acaba una relación, sí, pero esas dos personas siguen desprendiendo luz, al igual que lo hacían el día que se conocieron, momento que está representado en una de las mejores escenas de la obra; la noche en que los destinos de Rober y Celia se cruzan -con otra Celia presente de por medio, una genial Nuria Herrero-. Este es un momento mágico y lleno de humor. De hecho, la obra está plagada de momentazos -como la escena de las linternas-, y sería realmente difícil escoger cuáles son los mejores.

Arriba: David Matarín y Teresa Mencía. En medio: Nuria Herrero y Bea de la Cruz. Abajo: Paula Muñoz y Juan Blanco.

Para escenificar su última locura, que ya se presentó el pasado mes de Junio en el Festival Surge, Abril se sirve de algunos de sus actores fetiche con los que ya ha trabajado en varias ocasiones como Juan Blanco, Nuria Herrero, David Matarín o Bea de la Cruz y también nos presenta a dos nuevas actrices, Paula Muñoz y Teresa Mencía. Todos ellos realizan una gran actuación. Esta es otra de las virtudes de Abril Zamora, que es una magnífica directora de actores y saca lo mejor de cada uno de ellos. Juan Blanco está sensacional de principio a fin, seduciendo a Celia, a las otras Celias y a todos los espectadores desde el minuto cero en que abre la boca por primera vez. Cada día es mejor actor y Abril lo sabe, y lo potencia aún más. Juan brilla en dos momentos clave, sobre todo, en la escena de la primera vez, cuando está muy borracho e intenta ligarse a Celia -aquí está sembrado-. Y luego en su gran monólogo final, lleno de matices y cambios de registro. Un monólogo largo y complicado, que no es nada fácil exteriorizar, y que explica muy bien esas comeduras de tarro que todos tenemos cuando rompemos con alguien. Juan borda este monólogo tanto en actuación como en expresión corporal. Y también está genial Nuria Herrero a lo largo de toda la obra y, particularmente, en su escena cumbre cuando interpreta a una amiga de Celia que va a consolarla y, sin embargo, no la deja hablar en ningún momento contando su historia de cantante de musical frustrada. ¡Pedazo de actriz. Te partes de la risa con su vena cómica!. 

Además de Nuria Herrero, las otras tres Celias, también se desdoblan en más personajes a lo largo de la historia que ayudan a narrar las peripecias de Rober y Celia. Por ejemplo, David Matarín provoca algunas de las mayores carcajadas de la noche, cuando se mete en la piel de Claudia ‘La rara’, una chica que tiene una cita con Rober, recién separado. Es divertídisima. Al igual que hace con Juan, Abril también saca siempre lo mejor de Matarín. También están fantásticas Teresa Mencía y Bea de la Cruz. La primera, sobre todo, haciendo de la compungida hermana de Celia, y la segunda encarnando a la mejor amiga de Rober. He querido dejar para el final a Paula Muñoz, mi gran descubrimiento de esta obra, dando vida a Celia. Me parece una actriz especial, me gusta su dulzura y al mismo tiempo, la fuerza de su mirada. Me encanta cómo transmite en el escenario y la interacción que tiene con las otras Celias. Y me fascina la química que tiene con Juan Blanco. Te crees que ellos sean una pareja de verdad. Creo que no podía haber una mejor actriz para encarnar a este personaje. Deseando ver nuevos trabajos de Paula. 

‘¿Por qué follamos mejor cuando ya no somos novios’ nos deja momentos divertidísimos pero también emocionantes escenas, llenas de romanticismo, que nos remueven por dentro. Y, es que a medida que se narra la historia de amor y desamor de Rober y Celia, en nuestro fuero interno, también vamos recordando algunas historias que a nosotros nos han marcado y nos preguntamos por qué no funcionaron. Lo cierto es que las cuestiones del amor y el desamor son muy difícil de abordar y gestionar de una manera racional. Sin embargo, Abril Zamora ha sabido dotar a su obra de una gran inteligencia emocional y ha dado en el clavo contando, de forma magistral, todas esas paranoias que invaden nuestras cabecitas cuando rompemos una relación o cuando nos encontramos mal sentimentalmente. Los aficionados estamos de enhorabuena, por un lado, se inaugura un nuevo lugar para ver teatro, la Sala Intemperie -a la que deseamos muchísima suerte- y, por otro lado, qué mejor que hacerlo que apostando a caballo ganador con ‘¿Por qué follamos mejor cuando ya no somos novios?’, la última obra de una mujer que ha escrito otro capítulo genial de su brillantísima carrera.  No se olviden de su nombre. Ella es ABRIL ZAMORA.

Aldo Ruiz

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