‘INCENDIOS’: UNA ANTOLÓGICA NURIA ESPERT NOS PARTE EL ALMA EN MIL PEDAZOS EN LA MONUMENTAL OBRA DE MOUAWAD

CALIFICACIÓN.- OBRA MAESTRA: 10

Recién galardonada con el Premio Princesa de Asturias, Nuria Espert se enfrenta cada tarde en La Abadía a uno de los grandes personajes de su carrera, la Nawal de ‘Incendios’. Mario Gas dirige un extraordinario montaje basado en la colosal obra de Wajdi Mouawad que está cosechando un enorme éxito en Madrid. Con todas las localidades agotadas desde que salieron a la venta y con nuevas fechas a la vista para junio y julio, la Espert nos ofrece una clase magistral de interpretación acompañada por unos compañeros de lujo entre los que destacan la ganadora de 3 goyas Laia Marull, y el cada vez más consolidado Álex García. 

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Silencio. Lágrimas y un profundo silencio. La emoción se desborda dejándote un espinoso nudo en la garganta. Es como un si un trueno retumbara en nuestra cabeza o como si un puñal se clavará en el corazón. Los ‘Incendios’ de Wajdi Mouawad sobrecogen y te parten el alma como muy pocas veces me ha ocurrido en mi vida -en una sala de teatro-. Y es que, pasadas varias horas desde que asistes a esa conmovedora escena final, la historia de Nawal aún te sigue golpeando el corazón. 

‘Incendios’ es una obra monumental, de esas que se recordarán por muchos años. Un montaje que aúna el texto memorable de Mouawad, la magistral dirección de Mario Gas y un extraordinario reparto encabezado por Nuria Espert -toda una leyenda de los escenarios- a la que le acaban de otorgar el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Y el resultado no podía ser otro: Estamos ante una obra antológica que, a lo lo largo de tres horas, te va devastando por dentro, con la fuerza de un huracán.

‘Incendios’ nos cuenta la terrible historia de Nawal, una mujer muy valiente que muere tras permanecer cinco años en un absoluto silencio, sin ni siquiera dirigir una sola palabra a sus seres queridos. Al morir, deja un sobre a cada uno de sus hijos gemelos (Simon y Jeanne) y muchas incógnitas. A partir de aquí, Mouawad empieza a reconstruir un emocionante puzzle cruzando dos tramas: la del pasado (Laia Marull) y la del presente (Nuria Espert) de Nawal. Durante el desarrollo de la obra seremos participes de un durísimo y liberador viaje: el que emprenden los dos hijos de la protagonista siguiendo las huellas de la vida de su madre. Una trayectoria marcada por la guerra y el desamparo, por el dolor y la fatalidad. Una historia en la que la tragedia política y la humana se entrelazan en un estremecedor relato que queda marcado, a sangre y fuego, en la retina de todos los espectadores que llenan día tras día la sala de La Abadía.

Partiendo del incomparable texto de Mouawad, Mario Gas nos ofrece una clase magistral de dirección y puesta en escena demostrando, una vez más, por qué es uno de los grandes de nuestro teatro. Apoyándose en una sencilla escenografía y un magnífico diseño de luces, Gas realiza un espléndido montaje dejando todo el protagonismo a los actores y donde sobresalen las espectaculares video-proyecciones  de Álvaro de Luna y el espacio sonoro creado por Orestes Gas. Con todos estos elementos, el director logra crear una atmósfera realmente especial, el ambiente idóneo para ser testigos de la tragedia de Nawal.

Y dando vida a esa mujer -en su etapa de mayor- nada más y nada menos que Nuria Espert. La mítica actriz ya nos deja impactados con su primera intervención metiéndose en la piel de Jihane, la madre de Nawal. Mario Gas sigue las pautas del cine clásico en el que siempre se presentaba a las actrices de forma espectacular. Pues bien, la Espert aparece imperial sobre las tablas, desprendiendo todo su aura entre luces y sombras, encarnando a esa estricta madre. Como Jihane nos deja hechizados para, minutos después, emocionarnos interpretando a Nazira, la entrañable abuela de la protagonista. Pero es, encarnando a Nawal, cuando nos encoje literalmente el corazón y, más concretamente, en la escena crucial de ‘Incendios’: la escalofriante declaración en el juicio. Es portentoso lo que hace esta señora. ¡Cómo se puede expresar el dolor de una manera tan cruda; con el temblor de sus manos, la voz rota y unos ojos inundados de pena!. Porque, es tan grande su dolor, que las lágrimas apenas le salen. Igual que hiciera ayer recitando a Lorca al recoger su premio en Asturias, Nuria Espert nos emociona y nos pone la piel de gallina dando vida a Nawal, sin duda, una de las grandes interpretaciones de su gloriosa carrera. 

Y si la gran dama de nuestra escena está deslumbrante, tampoco se queda a atrás Laia Marull que nos conmueve en el papel de Nawal joven. La ganadora de tres goyas nos deleita con su sensibilidad, su increíble fuerza, una voz que enamora y unos ojos que lo dicen todo. Su actuación es para enmarcar. ¡Qué decir de la última escena del primer acto -la del autobús- o la primera del segundo junto a Lucía Barrado -están increíbles las dos-!. Sobran las palabras. Pura emoción. Qué alegría ver de vuelta a Laia. El teatro está de enhorabuena. 

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Lo cierto es que todos los actores están a un excelente nivel. Además de la ya mencionada Barrado -maravillosa durante toda la obra- quiero destacar el gran trabajo de Alex García, cada día mejor intérprete. El que fuera protagonista de ‘El Burlador de Sevilla’ sigue dando pasos agigantados en su exitosa carrera y aquí vuelve a reivindicarse sobre las tablas. Además de guapo, Alex deja buena muestra de lo buen actor que es, al igual que Carlota Olcina, su hermana en la ficción (Jeanne), que también logra estar a la altura del resto de compañeros. Completan el reparto unos espléndidos Ramón Barea y Alberto Iglesias -que bordan todos y cada uno de los personajes en que se desdoblan-, y por último, Edu Soto, quizás el menos convincente de todo el elenco. Reconozco que, aunque le pega mucho el personaje, no puedo evitar que aparezcan ciertos prejuicios por su pasado televisivo. Prometo darle una segunda oportunidad porque, a buen seguro, volveré a ver ‘Incendios’. Agotadas todas las localidades para esta temporada, La Abadía ha prorrogado el montaje para junio y julio de 2017. Una buena ocasión para disfrutar, otra vez, de una de las mejores obras que he visto a lo largo de mi vida.

Aldo Ruiz

2 comentarios en “‘INCENDIOS’: UNA ANTOLÓGICA NURIA ESPERT NOS PARTE EL ALMA EN MIL PEDAZOS EN LA MONUMENTAL OBRA DE MOUAWAD

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