El Teatrero es un blog donde el periodista Aldo Ruiz nos muestra su visión sobre el mundo del teatro, sus críticas, recomendaciones y los próximos estrenos de la cartelera madrileña.
Ayer asistimos en la Cuarta Pared al estreno de ‘SOLO UN METRO DE DISTANCIA’, el último trabajo de Antonio C. Guijosa tras el enorme éxito cosechado con ‘Iphigenia en Vallecas’, ganadora de dos Premios Max. En un hermoso y emocionante texto escrito por él mismo, C. Guijosa aborda el tema del abuso sexual infantil de manera brillante y se encarga de llevarlo a escena con delicadeza y muchísima verdad. Ana Mayo, Beatriz Grimaldos, Muriel Sánchez y Camila Viyuela son las cuatro protagonistas -todas ellas estupendas- de ‘Solo un metro de distancia’, sin duda, una de las grandes sensaciones de este principio de 2020.
El pasado lunes se reestrenaba en el Ambigú del Teatro Kamikaze una de las grandes sensaciones de la temporada teatral, ‘Iphigenia en Vallecas’, que se puede ver hasta el 21 de diciembre. María Hervás realiza una colosal actuación dando vida a Iphi, una joven marginal del barrio de Vallecas que no sabe cómo enfrentarse a su terrible presente y, lo que es aún peor, a su descorazonador futuro. Estamos, sin duda, ante uno de los mejores montajes de 2017; una brillante adaptación hecha por la propia Hervás -partiendo de la obra original de Gary Owen- y dirigida por Antonio C. Guijosa con mucha inteligencia.
Hay actores que, a través de la formación y la experiencia, logran alcanzar una técnica exquisita y, gracias al dominio de ésta, nos dejan actuaciones increíbles, cargadas de matices y dignas de estudiar en las escuelas de teatro. Hay otros, sin embargo, no exentos de técnica, que actúan más orgánicamente, con el cuerpo, con la piel, incluso con el alma. A este último grupo pertenece María Hervás, una actriz portentosa, que en ‘Iphigenia en Vallecas’ nos ofrece, sin lugar a dudas, una de las tres o cuatro mejores interpretaciones femeninas del año. Sin miedo a caer en la exageración, me atrevo a asegurar que muy pocas actrices de este país pueden hacer lo que ella hace en la piel de ‘Iphigenia’.