‘DEL COLOR DE LA LECHE’: EMOCIONANTE Y CONMOVEDOR MONTAJE BASADO EN EL BESTSELLER DE NELL LEYSHON QUE FERNANDO BERNUÉS LLEVA A ESCENA CON SUMA BRILLANTEZ

CALIFICACIÓN.- 8’5

Hasta el 12 de mayo, en el Teatro de la Abadía se representa ‘Del color de la leche’, un emocionante texto de la autora británica Nell Leyshon basado en su novela del mismo título, producido por la compañía vasca Tanttaka Teatroa y dirigido brillantemente por Fernando Bernués. Ha sido la propia novelista quien se ha encargado de la adaptación ante el interés de Bernúes: «Cuando me preguntó si podía tener los derechos de mi novela, acepté inmediatamente. Es la segunda vez que trabajo con él. Me encanta su estética operística, su capacidad para crear una atmósfera y tensión increíbles y su verdadera confianza en el poder del teatro vivo». 

La novela ‘Del color de la leche’ fue un bestseller en 2014. De hecho, el Gremio de Libreros de Madrid le otorgó el Premio Mejor Libro del Año. Leyshon goza de gran reconocimiento y enorme prestigio en Reino Unido, donde ha recibido el premio ‘Evening Standard Theatre’ al dramaturgo más prometedor y fue nominada para un premio Laurence Olivier por ‘Comfort me with Apples’. Además, fue la primera mujer en escribir una obra de teatro para el Shakespeare’s Globe.

A lo largo de cien minutos, ‘Del color de la leche’ relata -en primera persona- la dura y emotiva historia de Mary, una joven de quince años que vive con su familia en una granja de la Inglaterra rural de 1830. Tiene el pelo del color de la leche y nació con un defecto físico en una pierna, que hace que cojee desde niña. Un día y muy a su pesar, la joven tiene que abandonar su hogar porque su padre -que la maltrata físicamente- la envía a trabajar como criada para cuidar a la mujer del vicario. Entonces, Mary tiene la oportunidad de aprender a leer y escribir, de dejar de ver «sólo un montón de rayas negras» en los libros. Pero, desgraciadamente, esas luces también irán acompañadas de muchas sobras ya que sufrirá abusos sexuales por parte del vicario tras la muerte de su mujer. Unos episodios que desembocan en un trágico y desgarrador desenlace. Por eso a Mary sólo le queda el poder de contar su historia. 

Han pasado catorce años desde que la compañía vasca Tanttaka Teatroa recalara por primera vez en el Teatro de la Abadía con la obra ‘La mujer justa’. Ahora, Fernando Bernués vuelve a poner en escena otra novela, en este caso ‘Del color de la leche’ y lo hace con suma brillantez. Bernués lleva a escena la historia de Leyshon con solvencia, sencillez y elegancia, dejando que el texto fluya en boca de los intérpretes -especialmente de su espléndida protagonista- y apoyado en una efectista y espectacular escenografía, compuesta por una estructura de sillas apiladas que recrean los paisajes de la campiña inglesa. Destacar también el estupendo vestuario de Ikerne Giménez y el acertadísimo diseño de luces de David Bernués. 

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Aparte del potente relato de Leyshon y la magnífica puesta en escena de Bernués, otro de los puntos fuertes del montaje es su sólido reparto encabezado por una extraordinaria Aitziber Garmendia. La actriz guipuzcoana borda el papel de Mary, dotándola de carisma, humanidad, frescura, simpatía y mucha verdad. Garmendia destila ángel y ya, desde su primera aparición, se mete al público en el bolsillo con su interpretación y, por supuesto, con el enigma de su personaje: el porqué de querer contar su historia. Una de las claves de su actuación es que, a pesar de la trágica historia de Mary, la actriz no se recrea en la pena ni en el drama pero sí transita por los distintos matices de la emoción. Porque Mary es un personaje profundamente emocional: de la alegría al dolor. 

Completan el reparto: José Ramón Soroiz (que interpreta al abuelo de Mary, y nos regala junto a ella algunos de los momentos más conmovedores de la obra, como su emotiva escena de despedida); Joseba Apaolaza (da vida al padre de la protagonista, -que la trata muy mal desde que era una niña-, y también al vicario, un lobo con piel de cordero que termina abusando de ella sexualmente); Mireia Gabilondo (se desdobla en dos papeles, por un lado en la madre de Mary y por otro, en la mujer del vicario); Miren Arrieta (también interpreta a dos personajes: la hermana de la protagonista, Violet, y la otra criada del vicario, Edna). Y por último, Jon Olivares, que da vida al personaje menos definido de la obra, el hijo del vicario, y también se mete en la piel del carcelero. 

Aldo Ruiz

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