CALIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 9
Hasta el 5 de junio, en el Matadero se representa ‘Malvivir’, uno de los mejores montajes que hemos podido ver en 2022. Álvaro Tato ha confeccionado un texto magnífico -basado en las novelas pícaras del Siglo de Oro- que dirige Yayo Cáceres con enorme brillantez. Aitana Sánchez-Gijón y Marta Poveda, acompañadas en la música por Bruno Tambascio, deleitan al público durante cien minutos dando vida a múltiples personajes y dejan patente, una vez más, que son dos de las mejores actrices teatrales de nuestro país.
‘Malvivir’ es, sin duda, uno de los montajes imprescindibles de la temporada. Aitana Sánchez-Gijón y Marta Poveda nos brindan dos espectaculares actuaciones dando vida a los múltiples personajes de esta tragicomedia escrita por Álvaro Tato basada en las novelas pícaras del Siglo de Oro, entre ellas, ‘La hija de Celestina’, de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, ‘La niña de los embustes’, de Alonso de Castillo Solórzano, ‘La pícara Justina’, de Francisco López de Úbeda, ‘Tres letrillas y un romance’ de Francisco de Quevedo.
La obra cuenta en primera persona la vida secreta de la pícara Elena de Paz, una mujer libre, rebelde, ladrona, ingeniosa, embustera y fugitiva que desafía todas las convenciones de su época y paga el precio de su libertad. Ella se enamora de Montúfar, otro pícaro miserable en una España de esplendor y hambruna, de ensueño y engaño, de fe y brujería, de ilusión y muerte. En palabras de su autor, ‘Malvivir’ es el viaje a la cara oscura del Siglo de Oro, un recorrido por las distintas capas sociales, escenarios y personajes de una época turbulenta y fascinante.
Álvaro Tato ha hecho un trabajo sensacional con esta obra que rescata la literatura picaresca femenina del Barroco y supone una reflexión sobre la libertad y la supervivencia. Uno de los grandes aciertos del texto -y un recurso sumamente ingenioso- es que las dos actrices se alternan dando vida a la protagonista y al resto de personajes. Al comienzo de la obra, Aitana es quien da vida a Elena de Paz. Posteriormente, será Poveda quien se mete en la piel de la protagonista. El poder ver a las dos actrices encarnar a la protagonista a lo largo de la función -y a otros muchos personajes- supone una riqueza interpretativa increíble. Álvaro Tato, Aitana Sánchez-Gijón y Marta Poveda nos regalan un juego teatral de muchos quilates.
Yayo Cáceres, que tiene una conexión extraordinaria con el autor, se encarga de llevar a escena el texto de una forma realmente brillante, potenciando los versos de Tato y sacando lo mejor de las dos protagonistas. Además y, como no podía ser de otra manera, Cáceres ha introducido la figura musical de Bruno Tambascio, que ‘acompaña’ de principio a fin la historia de Elena de Paz y aporta, además, la atinadísima ambientación sonora. El propio director se ha encargado de la composición de la música original y, junto a Tambascio, también de los arreglos musicales.
Dentro de la puesta en escena que firma Yayo Cáceres nos encanta el diseño del espacio escénico, obra de Mónica Boromello que, aquí, ha hecho algo muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados. Al principio, antes de comenzar la representación, la escenografía puede resultar un tanto ‘discreta’, por llamarlo de alguna manera. Pero, a medida que transcurre la función, entiendes la presencia de todos y cada uno de los elementos escenográficos, que juegan un especial protagonismo en las diferentes partes de la obra. Destacar también el fantástico (y funcional) vestuario de Tatiana de Sarabia y, por supuesto, el diseño de luces de Miguel A. Camacho, que potencia las sombras y los claroscuros de los personajes y refleja muy bien esa época.
Uno de los puntos fuertes de ‘Malvivir’ es el maravilloso mano a mano que nos deparan Aitana Sánchez-Gijón y Marta Poveda. Ambas disfrutan tremendamente sobre el escenario y, a su vez, hacen disfrutar a los espectadores durante más de cien minutos con un duelo interpretativo de enorme altura. Si una está espléndida en una escena, la otra está igual o mejor en la siguiente. Y así, de principio a fin. Son dos grandísimas actrices que dominan el teatro clásico y aquí nos deleitan con este auténtico divertimento basado en la picaresca. Aitana borda todos los personajes, proporcionándole a cada uno los matices exactos que necesita y da todo un recital. Poveda, por su parte, exhibe todas sus virtudes: una increíble versatilidad, un extraordinario dominio de la expresión corporal y una vis cómica excepcional. Solo hay que verla interpretando a Elena de Paz de niña (absolutamente genial) o al anciano con el que se casa. En definitiva, ‘Malvivir’ es un verdadero regalo para los amantes del teatro. Una obra totalmente imprescindible.