CALIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 9
Hasta el 20 de junio, en los Teatros del Canal se representa uno de los mejores montajes de 2021, ‘El hombre almohada’, la obra maestra del dramaturgo inglés Martin MacDonagh, que David Serrano se encarga de adaptar y llevar a escena de manera sensacional. Belén Cuesta y Ricardo Gómez, ambos espléndidos, encabezan el magnífico elenco que completan Manuela Paso y Juan Codina.
Fascinante e inquietante a parte iguales, ‘El hombre almohada’ está considerada por muchos la obra maestra del dramaturgo inglés Martin MacDonagh. La obra se representó por primera vez en Londres, en noviembre de 2003. Posteriormente, el espectáculo se llevó Broadway en abril de 2005 y ahora llega a los Teatros del Canal de la mano de David Serrano, que adapta y dirige la obra de MacDonagh. ‘El hombre almohada’ nos cuenta la historia de Katurian, una escritora de relatos cortos en los que se describen malos tratos hacia menores. Un día, es arrestada por la policía de ese estado totalitario. En principio, parece que su detención se debe a la subversión política pero nada más lejos de la realidad. Las historias que recrea en sus cuentos se parecen sospechosamente a una serie de crímenes que se han sucedido en los últimos tiempos. Katurian jura que es inocente pero su mundo se derrumba cuando le dicen que su hermano Michael, que tiene un retraso mental y que ella adora, está implicado en esos crímenes. El problema al que se enfrenta Katurian es si debe sacrificar su propia vida y la de su hermano para garantizar la conservación de sus obras.
David Serrano, uno de los hombres más versátiles y brillantes de nuestro teatro, adapta la obra de MacDonagh y la lleva a escena de forma extraordinaria apoyado en cuatro magníficos intérpretes. A lo largo de dos horas y media, Serrano plasma a la perfección la atmósfera asfixiante, estremecedora y oscurantista que se refleja en el texto de MacDonagh. Ricardo Sánchez Cuerda ha diseñado la escenografía; un destartalado calabozo, recubierto de plástico y lleno de cajas, con varias sillas y un catre, donde se interroga (y se tortura) a la detenida. En esta magnífica puesta en escena, destaca también el diseño de iluminación de Juan Gómez Cornejo -impecable, como siempre-, el vestuario de Yaiza Pinillos y la música y el espacio sonoro, obra de Luis Miguel Cobo, otro de los grandes de su especialidad.
Uno de los puntos fuertes de la puesta en escena es la recreación que se hace de dos de los relatos cortos: ‘La escritora y su hermano’, en la que se relata cómo el protagonista adquirió su retorcida imaginación escuchando los lamentos de su hermano cuando, siendo niño, era torturado por sus padres. Para plasmar este cuento, Serrano utiliza máscaras -creadas por Sánchez Cuerda- y el resultado es realmente fascinante. Las máscaras son una auténtica maravilla y el trabajo actoral, especialmente el de Belén Cuesta dando vida a la niña escritora, es espectacular. El otro cuento que se plasma en el escenario es el de ‘La niña Jesús’. Aquí, además de las máscaras, también se utilizan una especie de marionetas y el resultado es increíble también.
En una obra de tales características, el casting es fundamental. Y lo cierto es que David Serrano ha elegido a cuatro enormes actores. Belén Cuesta se mete en la piel de Katurian, una niña marcada para siempre por los actos de sus padres. Ella escribe cuentos macabros, pequeñas piezas que nos hablan de infancias destruidas por la violencia, de un mundo que una vez fue un lugar casi perfecto, pero en el que, en un momento determinado, todo se torció. Sus cuentos son brutales, terribles, pero, al mismo tiempo, están llenos de poesía, incluso de una extraña y particular belleza, tal y como defiende Katurian que es el mundo en el que vivimos. “No hay finales felices en la vida real”. Belén Cuesta esta soberbia de principio a fin, a lo largo de las dos horas y media que dura el montaje. En ella recae todo el peso de la obra y la actriz vuelve a dejar patente que, actualmente, es una de las mejores intérpretes de este país no solo en la gran pantalla -ganó el Goya en 2020 por ‘La trinchera infinita’, sino también sobre las tablas donde hay que dominar otros códigos bien distintos. Belén brilla, nos estremece y nos sobrecoge interpretando a Katurian una mujer que, como los personajes de sus relatos, tuvo una infancia feliz destruida por unos adultos macabros. Y su obra es un reflejo de esa infancia.
Ricardo Gómez, cada día mejor actor, se mete en la piel de Michal, el hermano de Katurian, un niño que sufrió todo tipo de torturas y vejaciones por parte de sus padres, que impregnaron a su hermana de ese genio macabro que sus padres perseguían. Gómez interpreta a ese niño ya crecido con cierta deficiencia mental y lo hace de una manera sólida, convincente y muy natural. El actor, que empezó en ‘Cuéntame,’ nos brinda aquí una de las mejores interpretaciones de su corta pero brillante carrera: nos conmueve y nos impacta con este personaje lleno de complejidad.
Completan el reparto Manuela Paso y Juan Codina, dos de los mejores actores de la escena española que aquí dan vida a los dos policías encargados de la investigación: Tupolski y Ariel. Al principio se nos presentan como dos policías implacables, sin compasión y que utilizan los métodos necesarios para conseguir sus objetivos; aunque para ello tengan que torturar y vejar a los detenidos. Lo bueno de estos personajes es que, en la segunda parte de la obra, descubrimos por qué se han convertido en esos series despiadados. Ellos también tuvieron infancias duras y complicadas. Manuela Paso y Juan Codina están fantásticos ambos en la piel de estos dos personajes y, además, forman una pareja de policías muy particular.
En definitiva, ‘ El hombre almohada’ es uno de los mejores montajes que hemos visto en este 2021. Es una oportunidad única para ver en Madrid una obra maestra del teatro contemporáneo, dirigida con la maestría de David Serrano e interpretada por cuatro de los mejores actores de la escena española. Estamos ante un montaje imprescindible.
Aldo Ruiz
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