CALIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 9
Hasta el próximo 7 de enero se puede ver en el Teatro Kamikaze ‘Tebas Land’, una extraordinaria obra escrita por el uruguayo Sergio Blanco que se ha convertido en uno de los textos en español más representados a nivel mundial en la última década. Recientemente ha llegado a Madrid de la mano de Natalia Menéndez que se pone al frente de este espléndido montaje protagonizado por el gran Israel Elejalde y por un joven y talentoso Pablo Espinosa, que en la piel del parricida, nos deja increíbles maneras como actor.
Un dramaturgo quiere escribir una obra tomando como tema central la figura del parricidio. Para ello visita frecuentemente en la cárcel a un joven llamado Martín Santos que mató a su padre hace unos años. A partir de los distintos encuentros que mantienen ambos -en la cancha de baloncesto de la prisión-, se irá confeccionando la obra que llevará por título ‘Tebas Land’ y que estará centrada, no tanto en la reconstrucción del parricidio, sino en la representación escénica de los encuentros entre ambos personajes y en la relación que va naciendo entre los dos. Aunque en un principio es el propio Martín el escogido para dar vida al protagonista, finalmente las autoridades desaconsejan sus salidas de prisión y el dramaturgo tendrá que buscar un joven actor de similares características físicas para meterse en la piel de este complicado personaje. ‘Tebas Land’ se aleja, por tanto, de las connotaciones éticas del parricidio para centrarse en las posibilidades estéticas de su representación.
Nos encontramos ante un texto multipremiado que el uruguayo Sergio Blanco escribió en 2012 y que ya se ha adaptado en medio mundo; desde Buenos Aires a Londres, pasando por Montevideo, Lima o Paris, hasta llegar a Berlin o Tokio. Madrid ha sido, hasta el momento, la última ciudad en estrenarse esta obra que revisita varios textos clásicos que abordan el tema del parricidio como son ‘Edipo Rey’ de Sófocles, ‘Los hermanos Karamazov’ de Dostoievski, ‘Un parricida’ de Maupassant y ‘El parricidio’ de Sigmund Freud–, no con el propósito de rendirles un homenaje literario sino con el de plantear un auténtico desafío de parricidio escénico. El texto de Sergio Blanco es una verdadera maravilla, un relato muy potente contado de forma muy directa, con crudeza por momentos pero, sobre todo, impregnado de sensibilidad. De hecho, a medida que va transcurriendo la historia, el parricidio queda en un segundo plano y el autor se centra en la hermosa relación que se establece entre Martín y el dramaturgo. Precisamente, este es uno de los puntos diferenciadores de ‘Tebas Land’. Tratando un tema tan delicado como el parricidio, Blanco podría haber hecho un texto sensacionalista y sin embargo apuesta por la belleza, la ternura y la atracción que se crean entre el dramaturgo y Martín, prácticamente una relación de ‘amor’.
Natalia Menéndez, directora durante los últimos siete años del Festival de Teatro Clásico de Almagro, se pone al frente de este montaje ofreciéndonos una puesta en escena sencilla y elegante, sustentada fundamentalmente en la imponente escenografía creada por Alfonso Barajas que ha construido una inmensa jaula-cárcel, que representa la cancha de baloncesto donde se encuentran Martín y el dramaturgo. Dada la peligrosidad del preso, en ese recinto hay situadas unas cámaras que graban todos los encuentros de los dos protagonistas. Por tanto, mientras vemos la acción real dentro de la jaula, los espectadores también pueden ver las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad que se proyectan en el fondo del escenario, provocando imágenes de una gran potencia estéticamente. Álvaro Luna y Bruno Praena son los artífices de estas brillantes videoproyecciones, un elemento fundamental en este montaje al igual que el magnífico diseño de luces de Juan Gómez Cornejo. Una de las cosas que más me gustan del trabajo de Menéndez son las sutiles y brillantes transiciones entre escena y escena. Es una maravilla cómo se van hilando las escenas de los encuentros de Martín y el dramaturgo con las del dramaturgo y el actor.
Pablo Espinosa se convierte en la gran sensación de este montaje y es que el intérprete nos impresiona con su enorme talento y con sus increíbles maneras como actor dando vida a dos personajes; Martín el parricida, por un lado, y el joven actor, por otro. El primero es un bruto, sin apenas educación, muy rebelde, una persona herida y castigada por la vida casi desde que nació. Pero, ante todo, tiene un gran corazón y muchas ganas de aprender. De ahí que pronto, el dramaturgo se convierta en su referente y, quizás, en algo más. El segundo es un chico educado, muy agradable, admirador del dramaturgo y muy disciplinado con su trabajo. Espinosa borda los dos personajes -muy diferentes entre ellos- aportando muchísima frescura, una asombrosa naturalidad y un fuerte aplomo en su cara a cara con Israel Elejalde, uno de los grandes de la escena española. Pablo brilla durante toda la obra y, aparte de actuar, también nos deleita -y nos llega al corazón- cuando en un determinado momento coge la guitarra e interpreta el precioso tema ‘Amada Amante’ de Roberto Carlos con su hermosísima voz. (La madre de Martín, que falleció cuando él tenía muy pocos años, era una gran admiradora del cantante portugués). ¡Grande Pablo Espinosa!. Este joven actor tiene todas las cualidades necesarias para llegar muy lejos.
De Israel Elejalde, poco podemos decir que no se haya dicho ya. El intérprete, al que actualmente podemos ver en la nueva serie de TVE, ‘Traición’, está impecable en ‘Tebas Land’ metiéndose en la piel del dramaturgo y ‘pigmalión’ del joven parricida. Elejaldre muestra una vez más su enorme solvencia y su extraordinaria capacidad para estar siempre a un nivel altísimo sea cual sea el papel que le toque interpretar. En este personaje me gusta especialmente la sensibilidad que desprende en su relación con Martín y esa manera tan bonita de introducirlo en las artes, citándole a Passolini, a Dostoievski y a Mozart, y haciéndole especial hincapié en uno de los conciertos para piano más conocidos del genio austriaco y que tendrá especial relevancia en varios momentos de la obra. Israel Elejalde y Pablo Espinosa, el binomio perfecto que conquista ‘Tebas Land’.
Aldo Ruiz
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Muchas gracias Aldo, me alegra de corazón que nuestro trabajo os llene de esta manera. Gracias por tan bella crítica.
Pablo Espinosa.
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Un abrazo grande Pablo!!!! Es una obra muy muy especial!!! Enhorabuena!!!!
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