CALIFICACIÓN.-  EXTRAORDINARIA: 9’5

Hace poco más de dos horas que vimos “Return” y aún no nos salen las palabras. Es muy difícil escribir una crítica cuando las emociones están tan a flor de piel. Porque esta obra es mucho más que una ‘simple’ función de danza; es un misil directo al corazón. Durante sesenta minutos, Chevi Muraday y Marta Etura nos transportan al universo del AMOR en un viaje inolvidable. El amor con mayúsculas, con todas sus consecuencias y en todas sus vertientes; desde las mariposas que revolotean en el estómago durante la primera etapa, hasta el más profundo de los desgarros cuando ese amor se rompe y se desvanece.

Y para hablarnos de tales sentimientos, el Premio Nacional de Danza compone uno de sus trabajos más hermosos. Con una escenografía muy sencilla y una música vibrante, Muraday impregna con su particular aroma la sala 2 del Matadero dejando patente esa forma tan personal de concebir la danza; unos movimientos –marca de la casa- que le salenvde las mismas entrañas. El coreógrafo madrileño no sólo baila con los pies o con las manos, también baila con la piel, incluso con el alma. Y para transmitir todas esas emociones, Chevi se acompaña de una pareja de lujo, Marta Etura, que en ‘Return’ se estrena como bailarina, y ¡de qué manera!. La actriz, que lleva años tomando clases con el coreógrafo, realiza en este trabajo, un arriesgadísimo salto al vacío del que sale totalmente victoriosa.

No era nada fácil dar la réplica a su admirado y consagrado profesor, pero la alumna aprueba con nota. Porque además de bailar –que, por cierto lo hace maravillosamente- la Etura transmite tanto, en todos y cada uno de sus gestos y en todas y cada una de sus expresiones, que el espectador siente, en sus propias carnes, lo que le está pasando a la pareja en cada instante. Marta enamora. ¡Cómo una mujer tan pequeñita puede ser tan grande sobre el escenario!.

Pero no solo hay baile. Una de las  cosas más bonitas que tiene “Return” son los hermosísimos textos de Pablo Messiez, que la actriz recita de manera magistral. Son una auténtica belleza. No podría haber palabras más precisas y más bellas que estas, para hablar del amor y para expresar lo que los protagonistas dibujan, minutos después, sobre el tapiz.

Nosotros queremos recomendar ‘Return’ a todos aquellos que quieran sentir algo mágico y que, a pesar de todo, nunca hayan dejado de creer en el amor. Y animaríamos especialmente a todas aquellas personas que nunca han visto danza contemporánea y la quieran descubrir por primera vez. Qué mejor ocasión que ésta. Es una oportunidad única para comprobar el talento de uno de los grandes coreógrafos y bailarines de este país. Y una ocasión irrepetible para ver a una actriz de la talla de Marta Etura volar entre pétalos de rosa. 

Aldo Ruiz