CALIFICACIÓN.- EXCELENTE: 8

Tras su paso por el Festival de Mérida en 2023 y su exitosa gira nacional a lo largo de este último año, llega al Teatro La Latina ‘La comedia de los errores’ de Shakespeare, una obra inspirada en la comedia de Plauto, ‘Los Menecmos’. Se trata de una obra maestra del género, que cuenta con la magnífica adaptación de Albert Boronat y la brillante puesta en escena de Andrés Lima, uno de los grandes directores de escena de este país. 

A lo largo de 110 minutos, las risas y los enredos se suceden en una pieza desternillante y confusa en la que los espectadores inundan de carcajadas el patio de butacas de La Latina de principio a fin. La trama transcurre en Éfeso (cerca de la actual Esmirna, Turquía), ciudad llena de granujas, de oscuros hechiceros y de truhanes disfrazados de charlatanes y pecadores libertinos. Hasta ahí, llegan Antífolo y Dromio, amo y criado, procedentes de Siracusa (en la isla de Sicilia, Italia) buscando a sus respectivos hermanos gemelos, que casualmente tienen el mismo nombre. Al mismo tiempo, el padre de los gemelos llamados Antífolos, Egeon, también llega allí siendo detenido por extranjero -sin papeles- nada más pisar puerto, y es condenado a muerte. Sólo encontrando a sus hijos podrá salvarse.

A las primeras de cambio, Antífolo y Dromio de Éfeso serán confundidos con sus hermanos siracusanos, desencadenándose una serie de hilarantes y alocadas situaciones, que irán in crescendo hasta el potente desenlace. Adriana y Luciana, pareja de estos últimos, son las primeras en confundir a sus maridos con sus hermanos. A partir de aquí, errores con antiguos deudores, joyas en manos equivocadas, deudas no saldadas, van endemoniando a los protagonistas hasta el punto de necesitar a un exorcista. Todo se enredará más y más, error sobre error, hasta la aparición de una Madre Abadesa que ni es monja ni es virgen, que ayudará a resolverse la trama.

Andrés Lima realiza un trabajo espléndido en la dirección guiando con mano maestra a los 6 actores -que se desdoblan en 25 personajes-, y nos brinda una puesta en escena sensacional, llena de dinamismo y desbordante de humor, que es una auténtica locura. Es más que evidente que el montaje está más que rodado -tras un año de gira- y todas las piezas encajan a la perfección, pero hay que alabar la labor de Lima en todo el proceso de engranaje que, estamos seguros, ha sido muy laborioso.

Destacar la sencilla y funcional escenografía -diseñada por Beatriz San Juan-, el fabuloso vestuario de Paola Torres, el diseño de Luces de Pedro Yagüe y el estupendo espacio sonoro, obra de Sergio Sánchez Bou. Y, por supuesto, no nos podemos olvidar del magnífico trabajo de movimiento, una de las claves del montaje (las escenas de los bailes y las peleas están logradísimas).

Uno de los puntos fuertes de ‘La comedia de los errores’ es, sin duda, su extraordinario reparto en el que los seis actores están absolutamente brillantes. Pepón Nieto se luce dando vida a Antífolo de Siracusa derrochando vis cómica y desdoblándose también en El duque y la Madre Abadesa. Santiago Melero, por su parte, está fantástico en la piel de Dromio de Siracusa, el sirviente de Antífolo y protagoniza un sinfín de situaciones hilarantes con ese humor suyo que tanto le caracteriza. Fernando Soto, que encarna a Antífolo de Éfeso (el hermano gemelo del personaje interpretado por Pepón Nieto) demuestra que se desenvuelve en la comedia de enredos como pez en el agua. 

Avelino Piedad es una de las grandes sensaciones del elenco bordando el personaje de Adriana, la mujer de Antífolo de Éfeso. El actor gaditano está sembrado en un personaje que le permite mostrar toda su comicidad y que provoca las carcajadas del público con cada uno de sus exóticos bailes y sus divertidos movimientos. Y, además, toca el piano en varios momentos del espectáculo. Lo cierto es que los seis actores están insuperables, y si no que se lo digan a Esteban Garrido, graciosísimo encarnando -con su marcado acento andaluz- a Egeon (padre de los dos Antífolos), a un orfebre que le vende una cadena de oro a Antífolo de Efeso y a un exorcista, -que nos deleita con uno de los momentos más hilarantes de toda la función-. 

Hemos dejado para el final a Rulo Pardo, un genio absoluto de la comedia y uno de los grandes cómicos de este país, que aquí vuelve a hacer gala de su extraordinario don para este género y que está tocado por una varita mágica. Pardo se come el escenario, con sus increíbles muecas y su personalísima vis cómica, desde su primera aparición dando vida a Dromio de Éfeso. Pero es en la piel de Luciana, la hermana de Adriana, cuando provoca el delirio en el respetable, con un papel que le va como anillo al dedo y del que saca petróleo con sus miradas, con su voz ronca y con todos y cada uno de sus gestos caricaturescos, que parecen sacados de un cómic de Ibáñez. Suyos son algunos de los momentos más divertidos de ‘La comedia de los errores’.

Lo mejor: la increíble actuación de los seis protagonistas que nos regalan momentos absolutamente delirantes y la puesta en escena de Andrés Lima.

Lo menos bueno: el cierto abuso de la figura del narrador en algunas partes de la obra. Hay determinados momentos en que este recurso se hace un tanto reiterativo, el dirigirse al micrófono y contar lo que va pasando. Hay algunos actores que lo resuelven mejor que otros. 

Aldo Ruiz

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