‘A CHORUS LINE’: ANTONIO BANDERAS NOS BRINDA UN MONTAJE EXTREMADAMENTE CUIDADO, FIEL AL ESPÍRITU DE BROADWAY Y QUE FUNCIONA COMO EL MECANISMO DE UN RELOJ

CALIFICACIÓN.- SOBRESALIENTE: 8’5

Tras más de un año de retraso por culpa de la pandemia, por fin ha llegado a Madrid ‘A Chorus Line’, la producción de Antonio Banderas y el Teatro del Soho CaixaBank. El prestigioso musical de Broadway, ganador de nueve premios Tony y del premio Pulitzer en 1976, se representa en el Teatro Calderón hasta el 7 de noviembre. Estamos ante un excelente montaje, extremadamente cuidado y muy fiel original: aquel espectáculo dirigido y coreografiado por Michael Bennett en 1975,  con libreto de James Kirkwood y Nicholas Dante, música de Marvin Hamlisch y canciones de Edward Kleban.  Manuel Bandera da vida al personaje de Zach, un coreógrafo de Broadway que busca a los mejores bailarines para su nuevo espectáculo. Acompañan al malagueño un magnífico (y compacto) elenco de artistas que brillan en todos los campos, especialmente en el coreográfico.

En primer lugar, hay que alabar la valentía de Antonio Banderas y su amor hacia el teatro musical por producir un montaje de las características de ‘A Chorus Line’, uno de los musicales más prestigiosos de Broadway pero que, evidentemente, no tiene ese toque comercial que poseen los musicales de hoy en día. ‘A Chorus Line’ está ambientado en un teatro de Nueva York a mediados de los años 70. El espectáculo comienza en medio de una audición para una producción musical. El director, Zach, y su asistente, Larry, ponen a prueba a los candidatos. Tras una primera criba, diecisiete de ellos disputan la ronda eliminatoria: Mike, Bobby, Sheila, Bebe, Maggie, Kristine, Al, Mark, Connie, Diana, Don, Judy, Richie, Greg, Cassie, Val y Paul. Pero aún queda lo más difícil: Zach busca un coro potente formado únicamente por cuatro chicos y cuatro chicas y, antes de tomar la decisión final, quiere saber más sobre los candidatos. Así pues, les pide que se presenten y hablen sobre sí mismos. A través de los números musicales iremos conociendo sus sueños y secretos mejor guardados, hasta llegar al número culminante, ‘One’, donde las personalidades individuales de los bailarines se fundirán en una identidad nueva y colectiva, la del Coro. Todos ellos nos brindarán, entonces, uno de los números musicales más recordados de la historia del teatro. 

Antonio Banderas es el artífice de este espectáculo, que se estrenaba en el Teatro del Soho CaixaBank (Málaga) antes de la pandemia, y que por fin ha llegado a Madrid. El actor malagueño dirige brillantemente el montaje junto a Baayork Lee, bailarina que participó en su creación en 1975 como asistente de Michael Bennett y que desde entonces mantiene intacto su vínculo con ‘A Chorus Line’. Aquí, también se ha ocupado de recuperar las coreografías originales. En el pase de prensa, era un espectáculo verla aplaudir en su palco tras cada número musical. Banderas y Lee han hecho un gran trabajo logrando su gran objetivo: traer el espíritu y la magia de Broadway a España. El resultado es un espectáculo maravilloso, extremadamente cuidado y que funciona como una máquina de precisión. Es un musical que engaña mucho: lo que se esconde bajo una aparente sencillez encierra una complejidad enorme y toda la maquinaria debe estar perfectamente engrasada para que funcione como el mecanismo de un reloj. Banderas y Lee lo han conseguido. ‘A Chorus Line’ nos deslumbra con sus increíbles coreografías, la música vibrante de Marvin Hamlisch y las canciones pegadizas de Edward Kleban, tres elementos que nunca pasarán de moda. Destacar, por supuesto, la orquesta compuesta por 15 músicos en directo, -situada en el foso- que brilla bajo la dirección musical de Arturo Díez-Boscovich.

A lo largo de dos horas y media que dura el espectáculo, vamos conociendo a los distintos personajes que participan en el casting que está haciendo Zach. Todos quieren ser uno de los ocho elegidos… y todos lucharán por su sueño. Para ello, tendrán que abrir su corazón. A través de canciones y diferentes números musicales, iremos conociendo a las diecisiete personas que se esconden detrás de los artistas. Es aquí, quizás, donde ‘A Chorus Line’ tenga su pequeño talón de Aquiles. El libreto creado por James Kirkwood y Nicholas Dant probablemente se haya quedado un tanto obsoleto con el paso de los años. Igual que la música, las canciones y la coreografía han conservado su encanto, -como los buenos vinos-, algunos de los relatos de los personajes han perdido la originalidad que tuvieron en su momento. A pesar de esto, el buen hacer de los actores hace que el ritmo no decaiga en ningún momento. Bien es cierto que a las nuevas generaciones igual no les cautiva o no les sorprende de la misma forma. 

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Uno de los puntos fuertes del montaje dirigido por Antonio Banderas es su fantástico y compacto elenco. Todos ellos tienen un nivel coreográfico impresionante y están impecables en los números musicales. A nivel actoral hay algunos que brillan más, no solo por su registro interpretativo, sino también por el papel al que dan vida. Entre ellos, nos gustaría destacar a Estibalitz Ruiz, espléndida en la piel de Diana Morales, que deslumbra a nivel vocal en uno de los mejores números del espectáculo, What I did for love (Lo hice por amor), que provoca la ovación en el patio de butacas. Fantástica también Sonia Dorado, que interpreta a la veterana y cínica Sheila, uno de los personajes más carismáticos del show. La alemana Sarah Schielke brilla dando vida a Cassie, otro de los personajes estrella de ‘A Chorus Line’, antigua amante de Zach, aspirante a figura y que ahora regresa a la compañía para intentar ser una de las coristas. Suyo es uno de los mejores números del espectáculo. Cassandra Hlong también está magnífica en la piel de Connie, una bailarina de origen chino, muy bajita y simpática. Es sin, duda, uno de los personajes más divertidos de la función y ella le saca el máximo partido.

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Es injusto no citar a todos porque TODOS hacen un grandísimo trabajo. A nosotros nos ha gustado también (y especialmente) Lorena Santiago, graciosísima dando vida a Val, una fantástica bailarina que decidió recurrir a la cirugía plástica para tener más oportunidades, ¡y vaya si las tuvo!. Excelente Víctor González en la piel de Al, un joven italoamericano que siempre está pendiente de su mujer, Kristine (Lucía Rivera), y que termina las frases por ella (El número de ambos es divertido y muy pegadizo). Estupendos también Aaron Cobos como Mike, que abre la tanda de monólogos, Anna Coll (Maggie), Angie Alcázar (Bebe), Roberto Facchin (Mark Anthony), Álex Chavarri (Bobby), Ivo Pareja-Obregón (Greg) y Fran Moreno como Paul, que destaca en uno de los números más potentes a nivel dramático. Y, por supuesto, no nos podemos olvidar de Manuel Bandera, correctísimo en la piel de Zach. Se le pueden poner muy pocos ‘peros’ al bueno de Manuel, aunque a nivel interpretativo no nos termina de convencer en este personaje. 

‘A Chorus Line’ es un espectáculo totalmente recomendable para los amantes del musical clásico y también para todos aquellos que quieran ver un montaje teatral exquisito. Solo por ver el extraordinario (y milimétrico) diseño de luces -una obra maestra-, la genial escenografía con esos grandes espejos móviles -que juegan un papel crucial en la puesta en escena- y los vibrantes números musicales merece la pena pagar la entrada para ver ‘A Chorus Line’. A lo largo de dos horas y media vamos disfrutando -aunque sean adaptadas al español- de las espléndidas canciones del espectáculo como I hope I get it, And o Sing! pasando por Nothing, Gimme the ball, The music and the mirrow hasta llegar a la mítica One, un número musical espectacular; el número de los números. Todos los artistas, vestidos de lentejuelas y con los clásicos sombreros, interpretan, cantan y bailan uno de los grandes números musicales de la historia, con el que el público se levanta de sus asientos y premia al elenco con una cerradísima ovación, como se puede comprobar en el vídeo. Es el colofón perfecto para un excelente musical e impregnado de magia que se estrenaba en 1975 en Broadway, donde estuvo quince años ininterrumpidos en cartel, y que fue galardonado con nueve premios Tony y el premio Pulitzer en categoría de drama. ¡Ahí es nada!. 

Aldo Ruiz

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