CALIFICACIÓN.- EXCELENTE: 8

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En una alocada peluquería se comete un asesinato. Y cuatro son los sospechosos; el dueño y la ayudante del negocio, y dos clientes muy pintorescos; una adinerada señora de la sociedad madrileña y un misterioso anticuario. Santiago Sánchez es el encargado de adaptar y dirigir brillantemente esta nueva versión de la popular obra de Paul Pörtner (‘Shear Madness’) protagonizada, para la ocasión, por seis magníficos actores; Carles Castillo, Carles Montoliu, Lola Moltó, Juan Gea, Lara Marta Chiner y Rafa Alarcón. 

‘Shear Madness’ es la comedia no musical que más tiempo lleva en cartel en Estados Unidos, motivo por el cual ha entrado en el Libro Guiness de los Récords. Se estrenó en Boston en 1980 y, siete años después, se presentó en Washington con un enorme éxito. Ademas, desde hace varias décadas triunfa en Broadway donde cuelga a diario el cartel de ‘No hay billetes’. Hace unos días, Santiago Sánchez  -prestigioso director de ‘Un obús en el corazón’– estrenaba en Madrid una nueva versión de la aclamada comedia de Paul Pörtner y que lleva por título ‘Por los pelos’. Concretamente es, en la Sala Verde de los Teatros del Canal, donde se puede disfrutar del sinfín de situaciones rocambolescas ideadas por Pörtner y que, Santiago Sánchez, ha trasladado hábilmente al madrileño barrio de Chueca. Allí es donde se encuentra ubicada la peculiar peluquería de esta adaptación en la que aparece asesinada- en el piso de arriba- la célebre pianista Isabel Sczerny. Cuatro son los posibles sospechosos; Toni Carreras, el dueño del local; Bárbara Marcos, su voluptuosa ayudante; María Elisa de Boluda, una adinerada señora de la jet set madrileña, y Eduardo Santamarta, un misterioso anticuario que mantiene extraños negocios con la famosa pianista. 

Muchos de vosotros os preguntaréis qué tiene de especial esta comedia para que sea la más representada en la historia de EEUU. Y la respuesta es bien sencilla; aparte de que la historia es realmente divertida y está protagonizada por seis personajes muy variopintos, el gran reclamo y la originalidad de ‘Por los pelos’ es que los espectadores pasan de ser unos simples espectadores pasivos a jugar un papel determinante. Durante toda la representación, ellos serán testigos directos de cada uno de los movimientos que realizan los cuatro sospechosos. De forma muy inteligente, Pörtner los convierte en fiscales, que lanzan preguntas e interrogan a cada uno de los sospechosos e, incluso, en jueces, ya que serán ellos los que dictaminen cada noche quién es el asesino -según la mayoría del público asistente, que ejerce su derecho al voto-. Imagínense el juego que produce esto en una sala de teatro, con los actores improvisando continuamente y el consecuente jolgorio y algarabía que se forman en el patio de butacas. Aquí radica, sin duda, la clave del éxito de esta comedia que ha arrasado en la veintena de países donde se ha representado. 

Hay que alabar, por supuesto, el ingenio y el talento de Pörtner, creador de este original recurso que a día de hoy, casi cuatro décadas después, sigue teniendo la máxima vigencia, como así se puede demostrar cada noche entre el público que llena la Sala Verde de los Teatros del Canal. Unos espectadores que se miran los unos a los otros sorprendidos cuando se encienden las luces del patio de butacas y son conscientes de que su papel será determinante en el devenir de la obra. Es realmente curioso y divertido ver las intervenciones de los distintos espectadores y, cómo no, las reacciones de los actores que tienen que improvisar continuamente para responder a sus preguntas. De ahí, la vital importancia de contar con unos intérpretes excepcionales que, además de dominar el registro de la comedia, estén acostumbrados a la improvisación, ya que es uno de los elementos cruciales de este montaje dirigido con enorme solvencia por Santiago Sánchez, un hombre dotado de una tremenda versatilidad como así demostró al frente de ‘Un obús en el corazón’, el dramón escrito por Mouawad. Además de la dirección, destacar también la excelente adaptación de Santiago con continuas referencias y guiños a la actualidad de nuestro país. 

Pero si hay un aspecto por el que sobresale este montaje, este es -sin lugar a dudas- por el alto nivel interpretativo. Los seis actores brillan en la piel de sus respectivos personajes provocando continuas carcajadas entre el público asistente, fundamentalmente a la hora de improvisar. Juan Gea está estupendo -como en él es habitual- dando vida al comisario jefe derrochando oficio y saber estar. Es un seguro para cualquier director contar con este veterano intérprete en su reparto. Magnífico también Carles Castillo encarnando a Toni Contreras, el estrambótico  dueño de la peluquería. Su expresión corporal y sus miradas son geniales. Se nota mucho que lleva la improvisación en las venas al igual que Carles Montoliu, perfecto encarnando a Eduardo Santamarta. Lo cierto es que al elenco no se le puede poner ni una sola pega. Marta Chiner está maravillosa en la piel de Bárbara (la ayudante de Toni) y Rafa Alarcón, -muy empático en todo momento con el público-, sobresale dando vida al segundo de los policías. Cierra el reparto Lola Moltó, absolutamente genial en la piel de la señora de Boluda y Agramunt. Suyos son los momentos más divertidos de la obra. ¡Qué pedazo de actriz y qué gran vis cómica!. La verdad es que es un deleite ver a esta señora sobre el escenario -con esos ojos siempre chispeantes- disfrutando y haciéndonos disfrutar. Riéndose y haciéndonos reír.  Así es ‘Por los pelos’, una comedia alocada, desternillante y realmente sorprendente en la que cada noche hay un asesino diferente. 

Aldo Ruiz

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