‘JUGUETES ROTOS’: NACHO GUERREROS Y KIKE GUAZA NOS CONMUEVEN EN LA PIEL DE DOS TRANSEXUALES DURANTE EL FRANQUISMO, EN UNA MAGISTRAL OBRA DE CAROLINA ROMÁN

CALIFICACIÓN.- EXTRAORDINARIA: 10

Nacho Guerreros, al que todos conocemos por su papel en ‘La que se avecina’, estrenaba anoche en el Teatro Español ‘Juguetes rotos’, una obra en la que el popular actor hace un cambio radical de registro y se mete en la piel de un transexual en la última etapa de la dictadura franquista. Guerreros realiza un trabajo realmente sobresaliente al igual que su compañero de reparto Kike Guaza. Ambos logran emocionarnos con sus grandes actuaciones en esta conmovedora historia escrita y dirigida por Carolina Román que se representa hasta el cuatro de marzo.
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Nacho Guerreros y Kike Guaza y protagonizan ‘Juguetes rotos’ en la sala Margarita Xirgu del Teatro Español. Fotografía: Bárbara Sánchez Palomero

Que Carolina Román es una de las mejores dramaturgas con las que cuenta actualmente la escena madrileña no es ningún secreto y, así lo ha vuelto a dejar patente en su último trabajo, ‘Juguetes rotos’, en el que la argentina realiza un ejercicio verdaderamente brillante de dramaturgia y dirección. Es imposible contar mejor una historia en solo noventa minutos y meterse en en el alma de los personajes. Sencillamente magistral. La obra se centra en la preciosa relación entre dos amigos; Mario -que luego será ‘Marion’- y Dorín. Ambos se conocen en Barcelona, durante la última etapa del franquismo. En esa época, Dorín ya es una reconocida transexual mientras Mario está aún en los albores del cambio. Los dos personajes compartirán grandes aventuras y desventuras, algunas alegrías y muchas penas pero, por encima de todo, disfrutarán de la vida a su manera, de la forma que ellas han escogido libremente, por muy dura que fuera. Este es el argumento de ‘Juguetes rotos’, una obra que constituye un verdadero documento gráfico y que nos muestra lo duro que era ser transexual en la dictadura. 

Durante una hora y media seremos testigos del hermosísimo viaje emocional que hace el personaje de Mario (Nacho Herreros); desde los primeros años en su pueblo -criado en un palomar- que transcurren como en una jaula, hasta su llegada a Barcelona y la irrupción de Dorín (Kike Guaza) en su vida, que será como un soplo de aire fresco para él. Es increíble cómo desde una simple sala de teatro, Carolina Román es capaz de llevarnos a pasear por el  barrio Gótico de Barcelona, por el de las putas e, incluso, meternos en los locales de ambiente de la capital catalana. Está tan bien contada y recreada la historia que parece que estamos allí mismo. Y si la dramaturgia es realmente espléndida, la dirección es extraordinaria. Carolina nos brinda una puesta en escena precisa y muy elegante, hermosa y muy efectista, usando unas magníficas transiciones entre escena y escena, y manejando los tempos de manera magistral. 

Para llevar a cabo ‘Juguetes rotos’, Román se ha apoyado en algunos de los mejores profesionales de cada campo que tenemos en nuestro país, empezado por Alessio Meloni que vuelve a hacer una de sus genialidades, creando una espectacular escenografía construida a base de jaulas, que simbolizan de la mejor manera posible esa opresión que tuvieron que sufrir los dos protagonistas de la historia. Es una auténtica maravilla, al igual que el exquisito trabajo que hace David Picazo con el diseño de luces. Sinceramente, creo que muy pocas veces en una sala de teatro se le saca tanto partido a una iluminación. ¡Cómo brillan los verdes, los rojos y los amarillos!. Pura delicatessen. Tampoco se queda atrás la ambientación sonora de Nelson Dante. ¡Las palomas parecen estar volando por encima de nosotros durante la función, y la elección de las músicas es acertadísima!. Maravilloso también el vestuario diseñado por Cristina Rodríguez, que llena de glamour al personaje de Dorín.

Lo cierto es que estamos ante un montaje redondo en el que todas las piezas encajan a la perfección empezando y concluyendo con las magníficas interpretaciones de sus dos protagonistas. Nacho Guerreros,  famoso por su papel en ‘La que se avecina’, sorprende aquí, y mucho, dando vida a Mario, uno de esos muchos hombres que tuvieron que huir de su pueblo, en plena dictadura franquista, para vivir libremente su sexualidad en alguna de la dos grandes capitales, Madrid o Barcelona. Guerreros nos conmueve con una hermosa interpretación cargada de contención y sensibilidad, y da un paso de gigante en su carrera demostrando que es mucho más que ‘Coque’, el divertido portero de Montepinar. Kike Guaza también deja con la boca abierta al respetable metiéndose en la piel de Dorín. En una fascinante y arriesgada actuación, Guaza interpreta a una artista transexual que tiene como referente a las grandes vedettes del París de la época, ciudad en la que vivió unos años antes. Además de Dorín, el actor demuestra una enorme solvencia encarnando también al hermano, al primo y al padrino de Mario. Kike Guaza (Dorín) y Nacho Guerreros (Marion) protagonizan una bellísima amistad y nos regalan algunas escenas, llenas de fuerza y belleza, que se han quedado marcadas en nuestras retinas.

‘Juguetes rotos’ -que se representa en el Teatro Español hasta el próximo cuatro de marzo-, es, sin duda, una de las grandes sensaciones de esta primera parte de la temporada teatral madrileña y se aúpa -junto a ‘Hablar por hablar’- al primer puesto de nuestro ‘Ranking 2018′.

Aldo Ruiz

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