Por Aldo Ruiz

Me gustaría hacer una reflexión en torno a la fiebre desatada con ‘Mount Olympus’, el megamontaje de Jan Fabre que se ha representado en los Teatros del Canal durante 24 horas -entre el 12 y el 13 de enero-. No hablo de los medios de comunicación, que es normal, por supuesto, que se hagan eco de una noticia tan llamativa. Yo, como periodista, sería el primero en cubrirla, evidentemente. Me refiero, sobre todo, a buena parte de los espectadores asistentes, que salían enfervorecidos del espectáculo y, en pleno éxtasis, reconocían en sus redes sociales que era lo mejor que habían visto en su vida. Quiero pensar que tales afirmaciones eran fruto únicamente de la exaltación del momento. Es curioso que, ya antes de ver la obra, muchos de ellos remaban a favor de obra, hablando maravillas de la misma simplemente por lo que habían visto por internet o les habían contado. 

Pues yo confieso que no la he visto. Para aquellos que me preguntan en tono de asombro, incluso incriminatorio, de que por qué no he ido a ver algo tan brutal como esto, les tengo que contestar que no me apetecía pasar allí 24 horas seguidas viendo una obra de teatro, por muy buena que fuera –que tendría que verla, por cierto-. Pero no voy a entrar en la calidad del montaje –porque no estuve allí- ni en las grandes interpretaciones, ni en las sensaciones que le hayan podido provocar a cada uno este espectáculo. ¡Válgame Dios!. Las emociones son libres y mucho más en el terreno del arte. A mí me fascina el teatro, ME ENCANTA, y es una de mis grandes pasiones como sabe todo el mundo. A veces, incluso, me vuelvo un poco loco porque quiero ver todo lo que se hace en esta ciudad y no me da la vida para tanto. Pero, no me entra en la cabeza que un señor llamado Jan Fabre haga una obra de 24 horas y la gente se vuelva loca, literalmente. No lo entiendo. Igual debería haber ido y haber sido testigo de ese éxtasis colectivo y no estaría escribiendo este artículo ahora mismo. Pero, coño, yo no puedo estar 24 horas seguidas sentado ahí, aunque sea haciendo lo que más me gusta. ¡Qué cansancio, no!. ¿Os imagináis 24 horas seguidas teniendo sexo, 24 horas seguidas comiendo tortilla de patata, 24 horas seguidas viendo ‘Juego de Tronos’, 24 horas seguidas escuchando a Amaia de España, 24 horas seguidas viendo un partido entre Nadal y Federer, o entre Nadal y Djokovic?…. ¿os lo imagináis?. A mí me acabaría explotando la cabeza, aunque hubiera descansos y pudiera ir al baño de vez en cuando. Me acabaría saturando.  Oye, igual el raro soy yo. Pido perdón a todos esos que casi me incriminan al preguntarme que por qué no he ido a algo tan impresionante. 

Pues seguramente haya sido una experiencia única e increíble -no lo dudo- o asombrosa, brutal o como quiera llamarla cada uno. Pero, ¡que algunos me digan que es lo mejor que han visto en su vida porque hayan estado allí 24 horas intentando no quedarse dormidos, tiene bemoles!. Permitirme, al menos, que me eche unas risas, ¿no?, Porque, precisamente, muchos de los que alaban esta experiencia en sus redes sociales, estuvieron más tiempo durmiendo o dando cabezazos contra la butaca que disfrutando de la obra en sí –que me lo ha chivado un pajarito muy fiable, que aquí nos enteramos de todo-. A mí me parece genial que la gente disfrute en una sala de teatro, que goce mucho. (A mí me encanta pasármelo bien en un teatro, es más, no sabría vivir sin eso). Muchos de los allí presentes, además, son amigos y conocidos, y me alegro especialmente por ellos de que se lo pasaran tan bien. Siempre es bueno que se hable de teatro y, muy saludable, aunque sea de esto. Pero reconozco que ME JODE que se deshagan en alabanzas con ‘Mount Olympus’ –hablo siempre por parte de los que estuvieron allí- y luego «obvien» muchas de las joyas que han labrado este año los genios patrios, que hay muchos y de un nivel excepcional. Yo me pregunto qué hubiera pasado si esta obra, en lugar de estar firmada por Jan Fabre y no venir precedida de tanta aureola, la hubiera hecho un dramaturgo español. ¿Se le hubiera dado tanto bombo?. ¿Habría tanta exaltación en las redes sociales?. ¿En serio que es la mejor obra que habéis visto en vuestra vida o simplemente es una experiencia inolvidable?. Son dos cosas bien distintas. Yo estoy empezando a preocuparme con este tema porque no he tenido esa fiebre fabril tan extendida en los últimos días.  Lo confieso; no he visto ‘Mount Olympus’ y tampoco me apetecía.. Doctor, ¿me pasa algo?. ¿es grave?. 

Aldo Ruiz

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